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La semana pasada hablamos del coaching de Equipos como una disciplina con elementos complementarios pero a su vez distintos del coaching Individual. Por eso creemos conveniente repasar algunos aspectos críticos de esta práctica, tal como la entendemos en Teamwins.

Qué es el Coaching Individual?

El coaching es un proceso flexible y creativo, en el que dos personas involucradas identifican, diseñan y clarifican un punto de llegada. Un objetivo o una visión concreta a lograr, que implica dos cosas: un impacto en el mundo exterior, y una manera de lograrlo. Es decir que, como resultado de ese proceso, tanto la realidad externa como el coachee deben atravesar algún tipo de modificación. En relación al mundo externo, esa modificación toma el nombre de resultados. Si todo salió bien el cambio que se produjo en el coachee toma el de un aprendizaje.

 

Los Resultados

Esta es una de las características fundamentales del coaching: El proceso va a evaluarse de acuerdo a los resultados obtenidos. Esto, junto al hecho que de antemano se sabe cuántos encuentros van a ser (solemos pactar entre 5 y 8) le da al coaching un carácter de concreto, y medible. El coachee sabe que está en esto para lograr algo, y el coach sabe que su efectividad se evaluará contra indicadores muy concretos.

 

El Aprendizaje

Los resultados obtenidos no pueden ser al azar, sino que el coachee debe haber aprendido nuevas formas de operar, que pueden reflejarse en distintos planos: por lo menos en su corporalidad, lenguaje y repertorio emocional. Además, él o los aprendizajes alcanzados deben ser conscientes, autónomos y recurrentes: es decir, que deben poder ser repetidos sin la presencia del coach, en momentos en los que el coachee lo requiera.

 

El Coaching es una semilla

Por qué es tan importante sostener esa doble mirada, sobre el resultado y el aprendizaje? Porque el resultado importa en sí mismo -y en definitiva es por eso que se produjo la consulta en primer lugar- pero además, a medida que avanza el proceso y vamos viendo cómo se logra ese resultado, debemos ayudar al coachee a visualizarse a sí mismo modificando algo y logrando algo, como parte activa de este proceso creativo y flexible.

 

El compromiso y la postura ética desde la que trabaja un coach es la de maximizar el potencial del coachee. El hecho de que podamos ser testigos y compañeros de un proceso que arranca con una inquietud, dolor o una incompetencia más o menos definida, y que, luego de un tiempo relativamente breve, termina en la conquista de un territorio novedoso siendo el producto más poderoso que podemos ofrecerle al coachee como resultado de este proceso. 

 

Es un aprendizaje en sí mismo, el hecho de saberse capaz de aprender, de incorporar o soltar modalidades de pensar, de posicionarse, de actuar. Los procesos toman su mayor profundidad e impacto cuando el coachee sale entusiasmado y animado a la idea de ir por nuevos desafíos, cuando asimila una visión dinámica de sí mismo y de sus capacidades de acción.

 

Conclusiones

El impacto más fuerte de las interacciones de coaching se da cuando se las plantea como intervenciones sistémicas, ya sea en el plano individual, en donde el coachee se queda con el meta-aprendizaje de aprender; como en el coaching uno a uno en el marco de una intervención en equipos, en donde el efecto mayor de la intervención debe buscarse tanto en la persona como en el sistema del que forma parte.

Join the discussion 4 Comments

  • Vengo de la practica de un deporte Individual pero al finalizar participe en un deporte de conjunto y la fortaleza que se gana con la mezcla de ambos es muy positiva…
    Todos tiene objetivos y metas que alcanzar todos tiene crisis y logran lo que se pretende.. aprenden de las caídas y valoran los aciertos, y el único común denominador es la pasión y la actitud que cada individuo o equipo le da.

    • Lucas Biset dice:

      Hola Andrés. Gracias por tu comentario. Coincido con vos, en que tanto la actividad individual como grupal tiene dinámicas propias, y se gana y se aprende mucho en ambas, y mucho más en la combinación. Sin duda, «aprender de las caídas y valorar los aciertos» son actitudes clave para el crecimiento, tanto en la vida diaria como dentro de una práctica de coaching. Creo que describís muy bien el tipo de predisposición emocional que favorece el aprendizaje y crecimiento. Saludos!

  • Pablo Csaky dice:

    En relacion al coaching individual, un poco de mi experiencia….
    Hace varios anios que entreno individualmente destrezas aqui en California. Siempre desde muy chico habia entrenado equipos en mi club pero no habia dedicado mucho de mi tiempo en su totalidad a un individuo ya que los tiempos del grupo no lo permitian. Cuando emigre a California segui entrenando equipos hasta el 2012, luego decidi hacerlo individualmente, por muchas razones. Descubri un mundo nuevo y fascinante, no solo en la transmision de conocimientos, sino en la interelacion con cada persona y ademas la creatividad permanente a desarrollar nuevos ejercicios para lograr una clase amena y divertida. En grupo es mas facil conseguir esto, individualmente no. Fue todo un desafio que me hizo un entrenador mas completo.

    • Lucas Biset dice:

      Hola Pablo, gracias por tu comentario. Sin duda, las dos disciplinas presentan desafíos particulares, y depende mucho de cuál sea nuestra experiencia de base, nos sentimos más cómodos con una o la otra. De acuerdo con vos: la variedad en la experiencia nos enriquece y complementa nuestro repertorio como coaches. Saludos!

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