Durante las reuniones de ejecución o al perseguir objetivos es habitual que quien deba aceptar el compromiso de acciones futuras para avanzar hacia ellos tenga conversaciones que lo detengan: ¿Cómo asumir un compromiso si no se si podré alcanzarlo o aún no sé cómo? y si no cumplo con mi compromiso ¿Qué ocurrirá? A la vez que atraviesa por un mar de emociones como la incertidumbre, ansiedad y stress al sentir que quizás no podrá lograrlo.
¿Por qué nos cuesta tanto comprometernos?

Desde niños, hemos colocado la idea de compromiso dentro del orden de lo “moral”: aquellos que no cumplen con su palabra son “malos” y aquellos que sí, son “buenos”. Así, fuimos entrenados para contraer sólo aquellos compromisos que estamos seguros de poder cumplir, de otra manera seríamos juzgados como malos. Por otro lado, es habitual esperar a saber cómo vamos a lograr eso que queremos lograr antes de comprometernos y así idolatramos el saber frente a la acción, como si el conocimiento fuese algo que pudiéramos adquirir sin lanzarnos al camino de la ejecución.
Einstein decía: No esperes resultados distintos si siempre haces lo mismo. Sin comprometernos con lo desconocido entonces nuestra vida solo será una extensión de lo que fue el pasado o de lo que es hoy.
¿Qué podemos hacer frente al desafío de comprometernos?
En nuestras reuniones de OKRs los equipos se enfrentan cotidianamente a este desafío. A continuación te compartimos algunas consideraciones acerca del compromiso que pueden servirte a la hora asumir uno.
El que no arriesga, no gana
El comprometernos a algo nuevo es siempre una apuesta, no sabemos si lo lograremos o no, sin embargo lo único que puede cambiar el estado actual de las cosas es tomar un compromiso y actuar en consecuencia.
El compromiso es ACCIÓN y no solo una declaración
Se trata de crear nuevas prácticas, gestionar recursos y habilidades, ponernos creativos para lograr eso que dijimos que íbamos a hacer. Compromiso es hacer que ocurra.
Enfocarse en el QUE y no en el COMO
Es factible que al comienzo no podamos ver el final del camino, sin embargo ten presente que el primer paso ya te moverá de donde estás hoy. Cómo lograr lo que queremos es algo que se aprende mientras caminamos hacia ello.
El resultado es importante pero no es lo más importante
Al comprometernos y accionar, siempre tendremos un resultado. Si logramos el resultado deseado será
genial pero si no, el resultado cualquiera fuera, nos dará información de donde estamos para tomar un nuevo compromiso y seguir avanzando. El proceso de aprendizaje resulta más importante que el resultado en sí mismo.
Asumir compromisos con propósito
Y por último, asegúrate que los compromisos que asumas estén ligados a propósitos que te inspiren. De esa manera te sentirás motivado y con más energía en la búsqueda de resultados.
Sin compromisos no hay éxito
Asumir compromisos puede ser algo sumamente desafiante y hasta a veces frustrante, en especial cuando no obtenemos los resultados deseados. Sin embargo, poder distinguir que en cada oportunidad estamos dando lo mejor de nosotros nos mantiene en la constante búsqueda por lograr lo que queremos. Después de todo, el éxito no es más que una consecuencia de todos nuestros compromisos.