Skip to main content

Piensa en un resultado que quieras alcanzar. Luego piensa si puedes lograrlo solo. Es probable que tu respuesta sea un NO PUEDO. Para casi cualquier cosa que queramos lograr (por no decir que para todas!) necesitamos de otras personas. Los pedidos son esa herramienta que nos sirven para coordinar acciones con los demás con el propósito de alcanzar lo que deseamos.

¿Por qué nos cuesta a veces hacer pedidos?

Quizás porque existe la posibilidad de que el otro diga que no. Porque tenemos la creencia de que pedir es mostrarnos débiles y vulnerables. Porque creemos que deberíamos poder hacerlo solos. Porque pedir puede significar que algo me está faltando y el otro debe dármelo para sentirme completo. Porque muchas veces estamos esperando que el otro interprete lo que nos está pasando y nos de la solución.

No hay nada malo en ver a los pedidos desde esta perspectiva, sin embargo, estas ideas nos alejan de poder hacerlos y nos limitan a la hora de lograr nuestros objetivos.

¿Cómo hacer pedidos efectivos?

Comprendido que los pedidos son fundamentales para coordinar acciones con el entorno y lograr lo que queremos, lo próximo es entender cómo hacerlos de manera efectiva. Te comparto estos 3 puntos que te ayudarán a lograr efectividad en tus pedidos ya sea que lo hagas a través de un e-mail, un mensaje, o de manera personal en una conversación. Aplica para hacer pedidos en cualquier ámbito de tu vida:

  • Dirige tu pedido: Especifica QUIÉN es el responsable de la acción solicitada. Evita hablarle a todos, el área o el grupo. Haz pedidos con nombre y apellido.
  • Establece condiciones de satisfacción: Comunica QUÉ quieres y CÓMO lo quieres. No es lo mismo decir: “Quiero un reporte completo” que decir “Quiero un reporte con el detalle de ventas por unidades”. Cuanto más especifiques lo que quieres más te aseguras de obtenerlo. El chequeo y la indagación sobre el entendimiento de las condiciones se vuelve clave a la hora de alinearnos con otros.
  • Define un plazo: Comunica para CUANDO lo quieres. Evita usar palabras como temprano, tarde, para ayer, en algún momento del día. No es lo mismo decir “Lo requiero en tiempo” que “Lo requiero para mañana a las 8 de la mañana”. Lo que puede ser temprano para alguien puede ser considerado tarde para otro. Sé preciso.

¿Qué ocurre cuando el pedido no es claro?

La falta de claridad en los puntos mencionados hace que el pedido sea ambiguo y que la coordinación de acciones no sea efectiva. Además, quien espera que se cumpla con la acción pedida verá frustradas sus expectativas como también las verá quien descubra que lo que hizo no produce la satisfacción esperada. Con el tiempo, esto puede impactar en la confianza y por lo tanto en la relación de las personas. En definitiva, todos pierden.

Un pedido dirigido, con condiciones y tiempo específico, evita las suposiciones y los reclamos sin fundamentos, a la vez que permite afianzar y construir relaciones.

Transformando el pedido en promesa

Para que un pedido se transforme en promesa y por lo tanto en compromiso, debe existir una declaración de aceptación por parte de quien lo está recibiendo. Sin esa declaración de aceptación solo estamos comunicando lo que necesitamos pero no hay un compromiso concreto de que algo distinto va a ocurrir. Que no te digan que NO, no significa que es un SÍ. Asegúrate de tener respuesta de tu pedido, pues en caso de ser un NO, tendrás oportunidad de buscar otras opciones y no te quedarás aguardando un resultado que podría no llegar.

Abriendo puertas

Como habrás notado los pedidos tienen una importancia fundamental en nuestra vida a la hora de lograr resultados y coordinar con otros, por eso es bueno detenernos a pensar:

¿Cómo somos a la hora de hacerlos?

¿Con qué inconvenientes nos solemos encontrar?

Descubrirlo abrirá la posibilidad a hacer nuevos pedidos y la puerta a nuevas acciones para lograr lo que deseas.

Leave a Reply

Close Menu

Newsletter